El politólogo Álvaro Artiga, de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA), asegura que se está tratando de que las instituciones relacionadas a la lucha anticorrupción operen, pero cree que no hay garantía de irreversibilidad de la lucha. Más que predecir el futuro, advierte que es necesario que la ciudadanía se involucre en los problemas que le importan, pues solo así logrará frenar a políticos y funcionarios.
¿Cómo definiría este año en una palabra o una frase?
Difícil.
¿Cómo calificaría la situación de seguridad actualmente en El Salvador?
Preocupante. Porque hemos llegado a una escalada donde los factores que inciden en que haya mayor inseguridad se han elevado en relación con años pasados, eso no quiere decir..., bueno, hubo una reducción de homicidios, según fuentes oficiales, pero han continuado las desapariciones, han continuado las extorsiones, continúan los desplazamientos de familias de unos lugares a otros, la gente tiene miedo, la gente continúa yéndose del país, en ese sentido me refiero que es preocupante, es algo que a cualquiera que está en el país o que viene de fuera le da miedo.
Vivimos en un país en donde recién nos damos cuenta que hasta el fiscal general recibía pagos del Gobierno Central. ¿Cómo calificaría esta situación?
Bueno, yo creo que esa es una muestra más de la hipocresía en la que estamos metidos en el país por parte de muchos funcionarios públicos y líderes sociales, políticos, que dicen que no tienen nada que ver con esas cosas y de repente salen videos, grabaciones, donde se demuestra que sí tienen responsabilidad.
La lucha contra todo tipo de corrupción fue un tema del año. ¿Es irreversible la lucha anticorrupción?
No, yo creo que estamos tratando de que las instituciones que tienen que ver con el combate a la corrupción operen, pero no podemos decir que ya eso es irreversible.
¿Cuáles son las perspectivas políticas hacia el año 2017?
Bueno, lo que ya sabemos: es un año preelectoral en dos sentidos. Primero, hay elecciones legislativas en 2018 y luego elecciones presidenciales en 2019. El tema preelectoral va a estar muy presente desde el principio, porque vamos a tener que estrenar una nueva legislación que exige a los partidos llevar a cabo elecciones internas de todas sus candidaturas. Lo que tenemos ahorita es un problema que debe resolverse con la sentencia de la Sala de lo Constitucional, sobre demandas que tienen que ver con materia electoral. La Sala debería pronunciarse lo más pronto sobre eso, para dar certeza jurídica a lo que se necesita para el otro año. En el terreno de la Asamblea, pues, la aprobación de los fondos necesarios para llevar a cabo todo el plan en general del Tribunal Supremo Electoral. Yo creo que ese va a ser el telón de fondo de todo lo que ocurra en el año. Por parte de ARENA, de sacar más diputados, de provocarle una derrota al Frente y, por parte del Frente, de mantener la cuota que tiene de diputados. Vamos a ver qué ocurre en medio de una crisis fiscal profunda, cómo eso pueda afectar las perspectivas de cada uno de estos partidos de cara a las elecciones.
¿Cómo afectará el ambiente prelectoral a la situación del salvadoreño común?
Vaya, yo en eso de predecir el futuro, nada. Yo no sé cómo le va a afectar, yo quisiera, más bien, que la ciudadanía se involucrara más, para que justamente estos temas de los que estamos hablando se vayan disminuyendo. Una ciudadanía más interesada en aquello que le afecta sería freno para los políticos y los funcionarios.
¿Qué temas debería tener una agenda de nación para unos segundos acuerdos?
Por lo menos, hay un punto que es esencial y es el tema del presupuesto, los ingresos y las gastos del Estado, en torno a eso debería haber un acuerdo, en dónde están las prioridades, pero un acuerdo donde no solo participen dos partidos y que le llamen “pacto fiscal” a una cosa de dos partidos, no, que se involucre también la sociedad, la sociedad en sus diversas expresiones organizativas, que digan, desde sus puntos de vista, las preferencias y las prioridades que tiene el país.
La mayoría de políticos salvadoreños aseguran que falta un pacto de país a largo plazo y no logran concretarlo. ¿Por qué?
Pues, porque en principio ahorita cada quien está tratando de sacar ventaja particular, están enfocando las cosas desde lo que les puede beneficiar, nada más, no están pensando en un interés nacional.
En 2 preguntas
Sin entrar a una discusión de culpabilidad o no, ¿la apertura del caso jesuitas perjudicará al país?, ¿en qué sentido?
Lo que pasa es que eso no ha avanzado, están ahí prófugos, digamos, aquellos que en España está siendo solicitada su extradición, yo no he visto así que hay un giro en esa investigación, no veo eso.
¿Afectará a El Salvador la hostilidad que anuncia el gobierno de Trump hacia los inmigrantes ilegales?
De nuevo, o sea, estamos ante tratar de predecir qué va a hacer. Dejemos que tome posesión, falta eso y ya luego veremos si las declaraciones que hizo se convierten en hechos. A veces, hay promesas de compaña y ya una vez se ha ganado la elección, para eso se prometieron cosas… Pero, ya en el camino, puede que no se lleve a cabo, o por lo menos, no en la intensidad que uno se imagina, hay que esperar.
Perfil
Álvaro Artiga González
Politólogo
Doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de Salamanca, España. Director del Programa de Maestría y Doctorado en Ciencias Sociales. Ha sido coordinador de la Maestría en Ciencias Políticas de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA).
Ha sido profesor del Departamento de Sociología y Ciencias Políticas. Tiene maestría en Ciencias Sociales (1996) por la Facultad Latinoamericana de Ciencias (Flacso). Licenciado en Sociología en 1992 por la UCA de El Salvador e ingeniero civil.